Tras la celebración de la festividad de pentecostés se inicia un nuevo tiempo litúrgico, que comienza con la solemnidad del misterio de la santísima Trinidad, ocasión la corporación del Medinaceli aprovecha para rendir culto a su titular, María Santísima de la Trinidad. El pasado sábado, la parroquia de San Paulino acogió la celebración eucarística oficiada por José María Quintana Raigadas, y amenizada bajo los cantos del Coro Parroquial de San Paulino.

Durante la homilía, el párroco intentoóexplicar de una forma muy sencilla la grandeza del misterio Trinitario y la relación con la Virgen María, “padre, hijo y Espíritu santo, un dios trino”, “María hija de dios padre, María madre de dios hijo; María esposa de dios espíritu santo”.

Tras el culto, se procedió al XIX Pregón de Exaltación dedicado a la titular de la hermandad, María Santísima de la Trinidad. Esta vez, pronunciado por la hermana mayor de la Lasaliana Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Jesucristo Rey en su Entrada Triunfal en Jerusalén, Santo Crucifijo de la Salud, Nuestra Señora de la Estrella y San Juan Bautista de la Salle de Chiclana de la Frontera, Ángela Inmaculada Parra Sánchez.

La pregonera comenzó la exaltación agradeciendo tanto a su presentador, como a la Junta de Gobierno, la confianza depositada en ella, que no dudó en aceptar el compromiso propuesto por la hermandad barbateña.

Inmaculada realizó una estructura perfecta de su exaltación a la titular. No dudó en explicar el complicado misterio trinitario, compartiendo con todos los asistentes una explicación recibida de pequeña, donde le explicaban con un ejemplo muy sencillo como el padre, el hijo y el espíritu santo son en realidad uno solo, nos contaba que “el padre era como la mecha de una vela, el hijo la cera derretida de la vela y el espíritu santo la llama de la vela”.

En la segunda parte de la Exaltación, la pregonera quiso hablar de María, de la María madre, finalizando describiendo momentos vividos en la salida procesional de Barbate.

Una vez terminada la XIX Exaltación se procedió al Besamanos de la santísima Virgen de la Trinidad.