Diego Fernández llevaba años, sobre la veintena, como socio del Cádiz CF. En estas fechas, junto a su peña, sus amigos, ya prepararía lo necesario para renovar ese asiento que le hiciera vibrar, llorar, reír y soñar en Carranza. No fue en aquel lugar donde un mago salvadoreño ilusionara al cadismo con sus trucos, allí ya se hizo, el homenaje fue en su tierra.

Tras diez años el conjunto amarillo llegaba a Barbate para jugar con el equipo rojillo. Un partido donde lo de menos era el resultado, una goleada de seis goles para dos equipos que recién estrenan la pretemporada.

La peña cadista Sección Barbate  organizó un evento donde no faltó de nada. Todo es poco para homenajear a Diego, que estuvo presente, no solo en el recuerdo, sino en un pequeño busto, copa del I Trofeo de la Feria del Carmen. La Asociación Cultural Banda de Música de Barbate puso la música en el Municipal, con marchas populares y alguna que otra sorpresa como el Himno del Barbate CF y el himno oficioso del Cádiz CF, el celebérrimo pasodoble de Manuel Santander “Me han dicho que el amarillo”.

Minuto de Silencio por Manuel Feu

Salían los equipos al campo y se celebraba un minuto de silencio en memoria de Manuel Feu, fallecido en un triste suceso el pasado 16 de julio, que vistiera la elástica barbateña hace años.

A continuación llegaría el momento más emotivo. La mujer y los dos hijos de Diego fueron recibidos con aplausos para que, su hijo, realizase el saque de honor. Luis Sánchez Grimaldi, presidente en funciones del Cádiz CF, hizo entrega de un detalle con motivo del acontecimiento, así como un obsequio para Antonio Gómez, presidente de la peña Cadista.

Unas 600 personas poblaron las gradas, destacando una buena presencia de medios de comunicación gaditanos, aficionados cadistas y los barbateños. Como en la última temporada, los Atunes Rojos también entonaron sus cánticos y pusieron su toque de color con sus banderas, bufandas y confetis.

En el partido, que mostró un buen Cádiz y un Barbate, pese al resultado, con muy buenos momentos a tener en cuenta para seguir trabajando, fue el regreso del hijo pródigo. Pejiño, jugador barbateño forjado en la cantera y que debutó con el primer equipo amarillo consiguiendo marcar un gol.

Esperemos que en el futuro se siga manteniendo este Trofeo y se siga haciendo los esfuerzos necesarios, junto a la delegación de Deportes del Ayuntamiento, para que Diego Fernández pueda tener su homenaje anual y persista en el recuerdo de su familia, su peña, su equipo y su pueblo.