La Iglesia San Paulino de Barbate se vistió de gala para que la Hermandad del Carmen recibiera los honores por la conmoración de su nacimiento.  Corría el mes de diciembre del año 1938, en un Barbate ya segregado del municipio de Vejer, cuando un grupo de devotos carmelitanos fundaron una de las hermandades más seguidas de la localidad. 

El pasado fin de semana se llevó  cabo el Solemne Triduo en Honor a la Santísima Virgen del Carmen, comenzando el  viernes con la celebración de la Eucaristía presidida por el reverendo Tomás Díaz Artola, párroco de San José. La talla de la virgen se bajó de su pedestal del Altar Mayor de la Iglesia de San Paulino y se mostraba  a la feligresía de la misma manera que llegara a Barbate de los talleres de Eduardo Espinosa.

Ya el sábado 14, además de la santa misa, se celebraba un concierto de villancicos por parte de la Asociación Cultural Banda de Música de Barbate, dando, de esta forma, la bienvenida a la Navidad en el municipio. Como colofón, una coral preparada para la ocasión entonó varias piezas, destacando la Salve con unas compactadas voces.

Homenaje al Tano y José Pepe. Dos marineros del 'Dolores Castro'. / Fer Fernández

Homenaje marinero

Finalmente, el domingo, último día de Triduo, llegó el turno de los homenajes y los recuerdos más emotivos. En este caso, la Hermandad decidió galardonar a dos personas que hoy pueden contar una de las mayores hazañas realizadas por la Hermandad, aquel año de 1947 con la visita a Cádiz para la Coronación de la Virgen del Rosario. José Fernández Malia (José Pepe) y Tomás Malia Sánchez (Tano) recibieron sendos homenajes como testigos directos de aquella cita, al estar enrolados en el pesquero Dolores Castro, que acompañó a la Virgen a la capital gaditana el 4 de mayo de 1947.

Sebastián Bernal ‘Chan’ recogió el cuadro en nombre de su pariente que se hallaba hospitalizado. José Pepe, antiguo motorista de barcos, fue en persona a recoger el detalle, visiblemente emocionado y agradecido por el acuerdo de la Hermandad. Tal fue la emoción, que incluso llegó a recitar unos versos a la Patrona.

La Hermandad del Carmen quiso mostrar, de esta forma, su agradecimiento para con todas aquellas personas que participaron en tal hazaña y que se pudiera escribir en letras de oro en la historia de la entidad carmelitana.