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Capítulo 2: Dos victorias y dos dimisiones

Luis Rossi  |  20 de mayo de 2015 (02:20 h.)
Serafín

En cuatro capítulos HeraldodeBarbate.es hace un recorrido por la historia de las elecciones Municipales en la localidad. Desde las mayorías absolutas de Serafín, hasta las de Rafael Quirós, pasando por los pactos de la derecha. 

1987: Nueva alegría socialista que acabó antes de tiempo

Con un pueblo muy cambiado, pero también muy endeudado, aunque todavía sostenible, se presentaban las elecciones del 87. Durante la legislatura anterior Serafín había sabido vender muy bien los acuerdos pesqueros, así como los grandes logros en el Carnaval de Cádiz, con Manuel Varo a la cabeza. La Gran Sardinada, la Verbena de la Fátima, las grandes cabalgatas entre otros alardes populares, hicieron que el PSOE se mostrara con confianza en los últimos comicios locales de los 80.

Además de los socialistas, concurrieron a las Locales CDS, AP e IU. El resultado fue el mismo que en las anteriores oportunidades, victoria aplastante con más de 6.000 votos, aunque perdía un concejal el PSOE. CDS, el nuevo partido de Suárez, conseguía tres representantes, por uno de Alianza Popular. Izquierda Unida, por su parte, se quedó en las puertas con 400 sufragios.

Llegando las últimas Navidades de la década, un caso salpicaba de lleno al máximo edil barbateño. El caso Puerto Plata llenaba portadas a nivel nacional y los medios de toda España se hacían eco de lo que el hermano de Alfonso Guerra, Juan Guerra, quería realizar en Zahara de los Atunes.

Fue un edil del CDS, Alonso Varo, quien preguntó en el pleno del 30 de diciembre de 1989, reconociendo Núñez que el hermano de Guerra, también socialista, estaba avalando el macro proyecto urbanístico. El escándalo fue importante. Tras problemas internos y judiciales, además de las presiones de su partido, Serafín Núñez dimitía el 18 de septiembre de 1990. A pocos meses de la elecciones del 91. En los tribunales, también se vieron las caras ediles como Francisco Tamayo, Rafael Quirós Lara o Diego Gutiérrez.

1991: Paco Tamayo recoge lo sembrado

Tras la marcha de Serafín, el teniente de alcalde, Francisco Tamayo, cogía las riendas de la Alcaldía hasta que las elecciones llegaran. En esta ocasión, fueron cinco las formaciones que se presentaron: PSOE, IU, PA, PP y CDS. Nuevamente los socialistas festejaron la consecución de 12 ediles, cinco menos que en 1987, pero que le daban la mayoría suficiente para gobernar en solitario. Irrumpió con fuerza Izquierda Unida, con casi 1.500 votos, valederos para adquirir cuatro concejales.

De igual forma, los andalucistas, que eran la primera vez que se presentaban, alcanzaron tres ediles, lo máximo que han obtenido hasta la fecha, mientras que PP y CDS se repartieron un sillón cada uno.

Tamayo tenía experiencia suficiente por la cantidad de tiempo como escudero de Serafín, sin embargo, España vivió una importante crisis y los casos de corrupción empezaron a aflorar no sólo en Barbate, que todavía coleaba y de qué manera el caso Puerto Plata, sino a nivel nacional. La credibilidad de Felipe González y el PSOE estaba puesta en entredicho. Aquellos años en Barbate fueron complicados, sufriendo un gran éxodo de barbateños a lugares como Castellón o Canarias.

1995: Bofetada al PSOE con el regreso de Serafín

La crisis azotaba España. González cada vez más desgastado. El Partido Popular empezaba a despegar y las imágenes de un tal José María Aznar invitando al presidente a coger la puerta aparecían en multitud de informativos. En la tierra de los atunes la gente no estaba contenta. Tamayo no despertaba la simpatía de Serafín y, aunque la gestión en sí no fue mala, destacando la nueva imagen del Paseo Marítimo, encontró en el que fuera su mejor compañero, el peor de los rivales. Núñez anunciaba su regreso con la formación Independientes Barabateños. El morbo estaba asegurado.

A estos comicios de 1995 solicitan el voto el anteriormente nombrado IBA, PSOE, PIE (Plataforma de Independientes de España), IU. PP y PA. Todos consiguieron ediles menos los andalucistas que se desinflaron con la llegada de los independientes. A pesar de lo carismático de Serafín, no contaba, en esta ocasión, con la maquinaria socialista. Conseguía ocho concejales, con 3.554 votos, mandando a la bancada de la oposición a Tamayo y a cinco ediles más por sus no más de 2.600 votos.

La clave estuvo en el PIE, con Moraga a la cabeza, que no puso oposición al gobierno ‘serafinista’ con sus cuatro concejales, uno de ellos José Manuel Martínez Malia, hoy alcaldable por el PP. IU bajó a dos concejales, Pepa Chamorro y un joven Juan Antonio Criado, y el PP volvió a conseguir un único puesto.

Serafín volvió a gobernar, devolviéndole la jugada al PSOE. Sin embargo, la justicia dictaminó sentencia y el regidor fue inhabilitado por siete años por el asunto Puerto Plata. Poco después en octubre del 98, Núñez dejaba la Alcaldía y ya no se presentaría más a unas elecciones, algo que no dejó de rondar su cabeza hasta poco antes de su triste fenecimiento hace un año. 

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