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Capítulo 3: El ‘octenio’ de los pactos de la derecha

Luis Rossi  |  21 de mayo de 2015 (03:00 h.)
PP De Jesús

En cuatro capítulos HeraldodeBarbate.es hace un recorrido por la historia de las elecciones Municipales en la localidad. Desde las mayorías absolutas de Serafín, hasta las de Rafael Quirós, pasando por los pactos de la derecha

1999: El gobierno más apretado

La marcha de Serafín Núñez dejó como alcalde en funciones a Francisco Bueno. Poco más de medio año estuvo sentado en el sillón, ya que las elecciones de 1999 dieron el resultado más ajustado de unos comicios en Barbate, hasta la fecha. El IBA se disolvía y se crearon dos partidos, el IB y el PoBa (Por Barbate) con Paco Bueno, el regidor accidental.

Otro nombre potente aparecía en unas listas electorales. Ya había sido teniente alcalde en otra época y tenía experiencia política, pero su terreno, el de la salud, lo dominaba como nadie siendo condecorado y premiado en multitud de ocasiones. Hablamos de Manuel Malia. Persona más que popular, tanto como para crear una formación entorno a su figura: ADELMA (Agrupación de Electores de Manuel Malia). Entre otros, iba acompañado de David Terán, Doris Iglesias o el conocido Jesús López (promotor de uno de los proyectos urbanísticos que desembocó en el caso Puerto Plata).

Conocido también era por regentar una tienda de fotografía el alcaldable popular, Juan Manuel De Jesús. Su aportación en el APA (antes de llamarse AMPA) y el respaldo de importantes empresarios como Manuel Saval auparon a un partido que si bien no se había prodigado mucho en lo local, ya había ganado las elecciones generales en el 96 y tenía muchos visos de renovar victoria en el 2.000.

Izquierda Unida volvía a presentarse con Criado como número 1 y el PSOE también repetía con Tamayo a la cabeza. Del mismo modo, se presentaba el PA, con un joven José Manuel Aragón, el PDNI-A (Partido Democrático Nueva Izquierda-Andalucía), con Pepa Ramos y su famoso lema “De sol a sol por Barbate” y el BU (Barbateños Unidos) con el sindicalista Pepe Pérez al frente.

Así las cosas, los resultados dieron vencedor al PP con siete ediles, a sólo 701 votos de IU que consiguió cinco representantes; ADELMA se quedó con cuatro y el PSOE registraba el peor resultado de su historia sin llegar a la cifra de 2.000 sufragios, quedándose en cuatro ediles, mientras que el PA se mantenía con un único concejal.

El pacto de gobierno lo firmaron la noche antes de la sesión constituyente el PP y ADELMA, sumando justo los once ediles que dan la mayoría absoluta. Algo que sentó como un jarro de agua fría en el PSOE, por el pacto de caballeros para no entenderse con el número 3 de ADELMA, Jesús López. No sólo no respetaron el acuerdo los populares, sino que le otorgaron el Área de Urbanismo, nada más y nada menos.

2003: El tripartido que renueva a De Jesús

El municipio había cambiado. Parecía otro, al menos en fachada. Los denominados “Planes de choque” surgían efecto a nivel visual y el boom urbanístico actualizaba muchos edificios de Barbate. En los primeros cuatro años de Juan Manuel dos problemas sacudieron el gobierno local: el narcotráfico y las mociones de censura. El caso Antón llegaba a toda España y los llamados “buskimanos” circulaban con nocturnidad y gasolina por las playas barbateñas buscando los fardos de droga.

La herencia del 99 todavía coleaba y la inseguridad en las calles contrastaba con el número de ciclomotores que se vendían. El blanqueo, por el contrario, hacía feliz a un pueblo que veía como se movía el dinero, sin tener que saber la procedencia.  

Por otro lado, De Jesús vio peligrar su sillón cuando Manuel Malia anunciaba que se retiraba del gobierno junto a David Terán, por prácticas abusivas del alcalde, según comentaba en prensa el médico. Tanto que pedía la cabeza del regidor, proponiendo a Saval como alternativa, número dos y encargado de los asuntos económicos. Antes de esto, ya había tenido que dimitir como concejal de Urbanismo, por asuntos judiciales, el propio Jesús López, quien fue acusado de estar detrás de toda esta trama. Antes, el PSOE ya lo había intentado en un fallida maniobra.

Moción de censura sí, moción de censura no, lo cierto es que nada cambió y las elecciones se celebraron presentándose cinco partidos. PP, IU, PSOE, PA y el PBU (Partido Barbateño Unido) que venía con un tal Jesús Marín, respaldado por un antiguo directivo del GIL, Antonio Romero. Sin duda, la sorpresa fue la del partido independiente.

Meses antes de la elecciones, Marín copaba el prime-time de la televisión local, poniendo fino al regidor y dejando para la historia del pueblo un buen número de palabras y expresiones peculiares. “Jóvenes y jóvenas”, “concejal de socavones y arquetas” o el célebre “Mariola no te escuenda” (haciendo referencia a la edil popular María Dolores Alvarado), fueron algunas de las frases  más sonadas. La estrategia funcionó, aunque algunos aseguraron en los medios que lo que mejor hizo fue “repartir paletillas por la zona alta del municipio en plena campaña”.

Explicado este contexto, todo se volvería a decidir mediante pactos. El PP alcanzaría el mayor número de votos, rozando los 4.000 y otorgándole ocho concejales. IU que venía fuerte y que las encuestas del Diario de Cádiz vaticinaban una victoria holgada de hasta diez ediles, se quedó en cinco, su techo, a pesar de alcanzar más votantes.

El PSOE volvió a registrar un penoso resultado con Francisca Inés Domínguez Foncubierta (Paqui Inés) como candidata y con Tomás Sánchez Pacheco como número dos. Mientras el PA, que había realizado una importante labor en la oposición con un solo concejal, Aragón, a duras penas sacó el segundo, no llegando a los mil sufragios. Por su parte, el PBU logró dos ediles que a la postre serían determinantes para formar el equipo de gobierno.

En la calle Matías Montero se respiraba cierta alegría. En la misma vía, las sedes de IU y PSOE se alzaban los pulgares, parecía que el pacto de izquierdas estaba asegurado con la ayuda del PA, que había llevado una política con esta ideología, pese al centrismo de su formación. Sin embargo, en el otro lado estaba el PP que también contaba con los andalucistas y los dos ediles del PBU.

La decisión del pacto o no pacto queda para otro momento, la historia es que hasta última hora, en una toma de investidura convulsa, Juan Manuel De Jesús no continúo con el bastón de mando, formando gobierno con José Manuel Aragón y Emma Sánchez Tirado, así como con Jesús Marín, que en primera instancia se abstuvo de proponer como alcalde a nadie que no fuera él mismo. Pero en pocos meses, De Jesús se aseguró la mayoría en julio con el reparto de las concejalías de Vías y Obras, Parque y Jardines y Pedanías rurales para el PBU. 

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