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VIRGEN DEL CARMEN

¡A la mar Carmela!

Luis Rossi  |  17 de julio de 2014 (20:46 h.)
La Virgen del Carmen en el Benamahoma. / Juan Daza

Barbate volvió a vivir un día de júbilo con la salida procesional marítima y terrestre de su Patrona y Alcaldesa Perpetua, la Virgen del Carmen. 

Las campanas volvieron a sonar en el campanario de la Iglesia San Paulino, máxime la benjamina –la carmelitana-,  para rendir honores a la Patrona del Monte Carmelo, la Virgen del Carmen.

Sobre las ocho y media de la mañana salía el cortejo encabezado por la cruz parroquial hacia su destino del puerto de la Albufera. La primera levantá de parte de la cuadrilla de costaleros hacia el fiscal de la Hermandad, José Fernández Malia, Rayero. Éste dedicó unas palabras a los pies de la virgen.

Tras la marcha real, la alcaldesa perpetua salía del patio de San Paulino con sones de la Salve Marinera, en los instrumentos de la Banda de Música de Barbate. El cortejo estaba formado por las representaciones de las Hermandades y Cofradías de la localidad, así como la Hermandad de la Oliva Coronada de Vejer, las sirenas y damas de la Feria, mantillas, autoridades civiles, militares y eclesiásticas.

El recorrido era una novedad. Una “antigua” novedad, ya que volvió la Patrona a pasar por calles que hace años que no hacía. No llegó a coger por la Chanca como antaño, pero casi, al menos paso por la avenida del Rio. Adentrándose en el casco histórico, ya se percibía el buen trabajo del joven grupo de engalanamiento que no sólo dio realce a las calles y los balcones, sino que incentivó a los vecinos a que por sí solos tomaran la iniciativa. Resaltar el escudo carmelitano hecho de sal, alfombrando el paso por la plaza Tato Anglada.

Navegando hacia el puerto

A pesar de los pocos efectivos policiales, la procesión realizó su estación por las calles. Sin embargo, la nota negativa se produjo, o se percibió mucho más, en la avenida del Faro, donde los coches aparcados deslucieron el cortejo. Aunque también fue allí donde se vivió un momento álgido, pese a no estar previsto, al pasar por la puerta del ex Hermano Mayor del Ecce Homo y Salud, amén de ex presidente del Consejo Local, Basilio Valencia, entonando la Banda los sones de ‘A esta es, Basilio’.

La cuadrilla dio rienda suelta a su despliegue más bullanguero y enfiló el resto de la avenida para llegar al puerto de la Albufera. Al mediodía, la Lonja rebozaba de vecinos, fieles y visitantes que vivieron otro de los momentos más emotivos con la entrada a la lonja con ‘Encarnación Coronada’. Toda una declaración de intenciones sobre el futuro de esta Hermandad, que espera con ansias el momento de la coronación de la Virgen del Carmen.

Celebrada la eucaristía, se hizo el tradicional sorteo para dilucidar en qué buque se embarcará la virgen el próximo año. Y le tocó al pesquero Ángel Custodio. Un barco que casi no entra en el sorteo por motivos personales del patrón y armador y que, por golpe de suerte –casualidad o causalidad- tendrá el honor de embarcar a la capitana. La emotividad del patrón fue perceptible, ya por la noche, cuando el armador le hizo entrega de la vara del Carmen. Una historia muy emotivo.

Emotivo como el homenaje que se realizó a Salvamento Marítimo por su labor durante la procesión marina. Un gesto plausible que viene a mostrar el valor de la seguridad en el mar.

Embarque en el Benamahoma

Ya por la tarde, un rosario de flores compuso un hermoso paraje donde la Virgen del Carmen vio como los barbateños la colman de ramos. Algo también tradicional. Hasta llegar la hora de embarque. Pasadas las ocho de la tarde se procedía al traslado del paso al pesquero Benamahoma. Un barco cargado de gente que no se quiso perder el viaje de la Patrona.

Varias vueltas por los muelles para mostrar la virgen a los vecinos y salida por la Segunda Punta hacia la Bahía. El tiempo, el mar, la mar… respetaban. Mientras, en el paseo marítimo una multitud de personas se agolpaban para ver el cortejo marítimo, adornado por los escasos fuegos artificiales de este año.

Volvió el Benamahoma a atracar en el muelle de la lonja y regreso hacia el templo en la procesión terrestre. Menos gente representando, pero mucha acompañando a la Carmela hasta el templo.

Una vez allí, justo cuando iba a realizar la recogida, se fue el alumbrado y a oscuras se despidió la Patrona. Tras la Salve, el fiscal y el director espiritual daban por concluida la salida procesional, deseando suerte para el próximo año y, en especial, a los costaleros.

Un año más la Patrona cierra otro 16 de julio, demostrando que esta fecha, a pesar de todo, sigue siendo una cita clave en el calendario cultural, festivo, social y religiosos de Barbate.

 

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