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HISTORIA

El asesinato de Tato Anglada en agosto del 36. Primera Parte

Heraldo de Barbate  |  21 de agosto de 2013 (03:53 h.)
Tato Anglada, último alcalde republicano de Barbate.

Los historiadores Francisco Javier Hernández y Santiago Moreno cuentan en exclusiva y en tres entregas los últimos días del alcalde republicano, coincidiendo con el día de su muerte. 

FRANCISCO TATO ANGLADA: TEORÍAS PARA UNA MUERTE VIOLENTA EN AGOSTO DE 1936. EL ASESINATO DE FRANCISCO TATO ANGLADA EN AGOSTO DE 1936.

(PARTE I)

Francisco Javier HERNÁNDEZ NAVARRO y Santiago MORENO TELLO

 

Desde los primeros momentos de la sublevación militar del 18 de julio de 1936, las tropas africanas del ejército español son desembarcadas en la Península para apoyar a los golpistas. En Vejer de la Frontera, la Guardia Civil se acuartela mientras los carabineros, con el capitán Enrique Letrán López a la cabeza, apoyan la defensa del pueblo ante los las tropas de Regulares; y tras el fracaso de la defensa, el 20 de julio, es ocupada, enlazando posteriormente dichas unidades sublevadas con Barbate.

Según algunos recuerdos familiares Tato Anglada fue detenido después de intentar junto a su familia escapar en una barca a Tánger pero el patrón dudó en el último momento y con la excusa de no tener combustible regresó a Barbate sin resistencia; como decía su familia, su defecto era ser “crédulo con las personas” y aquella indecisión le terminaría por costar la vida. Aun así no quedaba claro si fue detenido a la llegada al muelle, o poco después en su propia casa. Al parecer fue trasladado a Vejer, donde su mujer iba a verlo en un taxi de Barbate conducido por “Juan el Chico”.

Recientemente hemos tenido acceso a la Causa abierta incoada por los Tribunales Militares sublevados a Francisco Javier Tato Anglada y otros dos: Juan Porta Crespo y Antonio Oliva Ramírez, la cual nos abre un nuevo frente en el estudio de sus últimas semanas de vida. La documentación, de más de cien páginas, nos aclara parte el recorrido de nuestro protagonista desde su detención hasta su muerte, aunque también nos arroja nuevos interrogantes.

Una vez detenido el 20 de julio y ante el comandante militar de Barbate, Julián Merelo, realizó sus primeras declaraciones. En ella relató las primeras noticias sobre el golpe de Estado en la localidad, indicando que él se entrevistó después de conocerlas con el alférez de carabineros y el cabo de la Guardia Civil. Según Tato, su intención era evitar derramamiento de sangre y la no alteración de la vida del pueblo.

Respecto a las primeras declaraciones del alférez de Carabineros indicó que estos y la Guardia Civil se posicionaron a favor del golpe de Estado desde el primer momento a lo que Tato les preguntó si les entregaba la alcaldía, a lo que se negaron añadiendo que sólo esperaban a recibir órdenes de la autoridad superior al respecto. Al día siguiente, el alférez, recibió órdenes desde Vejer para la detención de Tato, el cual declaró que era “un movimiento faccioso contra el legítimo gobierno”.

Cinco días después sería trasladado a la cárcel municipal de Vejer -como bien recuerdan las fuentes orales-, y el 29 de julio Tato Anglada es llevado a Cádiz junto a Juan Porta Crespo y Antonio Oliva Ramírez “El Nene”. Al parecer, este traslado se realizó por motivos de seguridad de la cárcel municipal y por los gritos en contra del golpe de Estado por parte de Tato.

¿Quiénes eran los acompañantes de Tato?

De Juan Porta sabemos que había nacido en Chipiona en 1893 y vivía en Barbate en la carretera del Faro. Mariscador de profesión había pertenecido a CNT. Fue detenido el mismo 18 de julio, tras previo aviso del alférez de Carabineros que le instó a que se presentara en el cuartel. Estuvo preso durante siete días, se le liberó después pero esa misma tarde se le volvió a detener de nuevo y trasladado a Vejer.

Por su parte, Oliva Ramírez era natural de Barbate, con 19 años, soltero y de oficio marinero con domicilio en el Cercado de Juan Benítez. Fue detenido cuando relataba en un estanco de Vejer que al pasar por Tarifa había visto estallar unas bombas, comentario que fue oído por el alcalde sublevado de Vejer, José Mera Salguero, que ordenó su detención.

Al llegar los presos a Cádiz, a la Cárcel Provincial de la ciudad, el día 31 de julio, el Capitán del Regimiento de Infantería y juez instructor, Cipriano Briz González, continuó con el itinerario de la "justicia golpista". Solicitó por telegrama al Juez de Vejer que tomase declaración al capitán de los Carabineros y a otros testigos donde quedara patente “frases textuales ofensivas al Ejército y movimiento militar actual”. Era la forma de culpar a Tato y sus acompañantes.

Arengas antifascistas

Más leña echó al fuego el Comandante Militar de Vejer, José López Fernández, cuando indicó al juez instructor que ordenó el traslado desde Vejer a Cádiz de los tres presos por requerimiento del alcalde José Mera Salguero. Según él arengaban a los otros presos a levantar el ánimo y no confiar en los sublevados. Por su parte el carabinero Alonso Bosch Moreno indicó que no oyó frase alguna a los tres inculpados pero sí se lo indicaron o chivatearon posteriormente los presos Julio Sánchez Cabrera, José Benítez Alba y José Pozo Magallanes, así como el carcelero Lorenzo Sánchez Rendón.

Por su parte el alcalde vejeriego José Mera corroboró lo antes dicho reseñando los siguientes términos oídos según él a Tato: “el movimiento fracasaría como siempre pues eran unos cobardes y que entonces ya verían los militares quienes eran ellos pues los iban a arreglar del todo”.

Más específica fue la declaración del carcelero Lorenzo Sánchez, según él escuchó decir a Tato Anglada que “los militares iban al fracaso y que ellos los marxistas los arreglarían a todos cuando fracasaran y que no se desanimaran pues entonces cuando triunfaran los comunistas iban a ver lo que eran ellos”. La frase adjudicada al preso Juan Porta quedó en los siguientes términos “todavía tenía que ser Jefe de los Comunistas en Barbate” (?).

Es en esta declaración cuando se adjudica a Tato Anglada los insultos contra don Patricio Castro y el otro boticario de Barbate”. En términos similares se expondrían las declaraciones del resto de los detenidos en la cárcel vejeriega José Pozo y José Benítez.

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