Un respeto, por favor
Desconchones en las paredes, parches de cemento, pintadas de poco gusto, cables colgando, persianas partidas, y los relojes parados. Un desastre. El fiel reflejo de la situación de la localidad, desastrosa: miles de desempleados, meses de impagos a los trabajadores municipales, suciedad en las calles y una deuda de millones de euros.
¿Tanto cuesta un simple cubo de pintura para hacer respetar al que debería ser el edificio más importante de la localidad?