El pasado domingo el PSOE se alzó con la victoria en las elecciones al Parlamento de Andalucía con 47 escaños y el 35,93% de los votos, pese al empuje de Podemos y de Ciudadanos. Estos resultados le dan una mayoría simple holgada, aunque no la mayoría absoluta. Susana Díaz necesitará la abstención del PP para su investidura, ya que todo indica que Podemos y Ciudadanos votarán en contra.

Los comicios reflejan que el PSOE no deja de perder apoyos en esta autonomía. Los socialistas han obtenido el mismo número de escaños que en las elecciones andaluzas del 2012, pero han perdido 119.357 votos y cerca de un 10% de votos con respecto a aquella ocasión.

El PP cosecha su peor resultado desde 1990 en unos comicios andaluces. Los conservadores han obtenido 33 escaños y un 26.76% de los votos. El PP ha perdido 14 escaños, 507.037 votos y un 13,9% votos con respecto al 2012. En el día de ayer esta formación ha sufrido un gran toque de atención.

En lo que se refiere a los partidos emergentes, Podemos ha obtenido 15 escaños y un 14,84% de los votos, tal y como les auguraban gran parte de las encuestas realizadas, y Ciudadanos ha obtenido 9 escaños y un 9,28% de los votos. Estas formaciones han logrado unos buenos resultados y aspiran a convertir la política española en un juego de cuatro actores políticos.

Otro gran varapalo en la jornada de ayer se lo ha llevado IU que ha perdido 164.525 votos, 7 escaños y un 4,45% de votos con respecto a las elecciones del 2012. Ha sido todo un mazazo para la formación de izquierdas y podría ser un avance del negro futuro le auguran diferentes encuestas.

Por último, el otro gran fiasco lo ha protagonizado UPyD con unos resultados malísimos. Han logrado un escaso 1,97% de los votos y abren una crisis interna debido al férreo liderazgo que se le achaca a Rosa Díez.