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"Ya no va a dar más costos"

Editorial | 11 de mayo de 2014

Es curioso como todos los asistentes se preguntaban el por qué de tan poca gente. Es cierto que fueron muchos, pero quizás cabía esperar una multitud más amplia para despedir al alcalde socialista e independiente.

Es curioso como todos los asistentes se preguntaban el por qué de tan poca gente. Es cierto que fueron muchos, pero quizás cabía esperar una multitud más amplia para despedir al alcalde socialista e independiente. ¿Quién sabe el por qué? Las comuniones, el buen clima… en un pueblo donde todo corre como la pólvora, el desconocimiento quizás no cabe como defensa. Y sin niguna repercusión mediática, para alguien que fue tan mediático. 

Tampoco hubo nadie a nivel nacional, andaluz o provincial del socialismo que tanto defendió

Quizás sería porque el ex alcalde ya no recibiría a nadie en su despacho; nadie de las barriadas volverían a ir a pedir trabajo; nadie iría a escuchar sus largos y tensos mítines en el balcón del Ayuntamiento. En resumidas cuentas, "ya no va a dar más costos", como decía un anciano barbateño en las puertas del Consistorio. 

Polvo somos y en polvo nos convertiremos.  La elegancia, que no va en el atuendo, es un don que muy pocas personas poseen y ayer muchos barbateños no lo demostraron. No es hipocresía y sí mucho orgullo. Tampoco hubo nadie a nivel nacional, andaluz o provincial del socialismo que tanto defendió

Con todo ello, el vivido ayer en el patio de la Casa Consistorial fue un acto emotivo, triste, histórico y desprovisto de las más mínimas normas protocolarias. Se disculpaba el alcalde actual diciendo que era el primer acto de este tipo, pero… todavía estamos luto oficial, ya habrá tiempo de hablar de ello.

Las luces y las sombras no dejan ver a día de hoy la verdadera repercusión, será el tiempo quien haga justicia, para bien o para mal.

Serafín Núñez Sánchez fue quizás el tipo de alcalde que tiene tantos enemigo como amigos, pero que al final las mayorías absolutas le avalan. Incluso cuando su partido le dio de lado, como independiente, se buscó la vida y volvió a salir como regidor en aquel año de 1995.

Otra de las preguntas que uno se plantea, si debió ser instalada una capilla ardiente en el propio patio del Ayuntamiento. Salvo por expresa negativa de la familia, quizás sería esto lo más justo para con un alcalde de quince años. 

Las luces y las sombras no dejan ver a día de hoy la verdadera repercusión, será el tiempo quien haga justicia, para bien o para mal. Lo que sí es cierto es que son muchos los que le deben algo a Serafín, muchos los que debieron estar presentes, al menos, en el acto oficial. Muchos, pero pocos estuvieron. ¿Esto es Barbate en su esencia?

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