Acostumbrados a vivir entre problemas. La pesca, el retín, el desempleo. Para los barbateños se ha vuelto habitual vivir entre malas noticias. Malas noticias, que cuando encuentran solución, todos los responsables salen a la palestra para decir que han trabajado y conocen a la perfección las dificultades que cualquier ciudadano tiene a diario en la localidad. Pero no es lo mismo saber tras leer una simple noticia o un informe, que ser consciente de lo que verdaderamente ocurre, siendo partícipe de ello. Eso sí que lo saben.
"Nos va a llenar de empleo; este acuerdo traerá riqueza para el sector", exclamó la consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Elena Víboras, la pasada semana en Barbate tras haberse confirmado el convenio con Marruecos. Quizás, lo más lógico hubiese sido que la rueda de prensa la ofrecieran los propios pescadores, y que los medios conociesen de primera mano qué supone para ellos el acuerdo. Pero, tristemente, no fue así. La visita de la consejera protagonizó las informaciones, y no el acuerdo y la satisfacción de los afectados.
La eurodiputada socialista Carmen Romero mostró en un programa de radio esta semana su alegría por el acuerdo firmado. La presentadora preguntó a la socialista sobre si se imaginaba la cara de las familias de Barbate al enterarse de la noticia, a lo que ella respondió: “sé lo que han pasado” ¿Conoce realmente lo que han pasando esas familias? ¿Ha visitado alguna vez Barbate para tener conocimiento de sus problemas?
‘El ministro de Defensa visita el Retín’. Así titularon muchos medios el pasado mes la asistencia de Pedro Morenés a la demostración en el campo de adiestramiento. De nuevo, el eje de la información fue la visita del político, dejando a la sombra el trabajo de los 500 profesionales que participaron en la presentación ¿Tenía conocimiento el ministro sobre lo que supone la ocupación del Retín para Barbate? ¿Se preocupó por ello?
Ejemplos, y más ejemplos. Un político, una foto. Y poco más. Mostrará interés por el problema una vez se haya solucionado para esgrimir un “conocía lo que estaban pasando” y así poder pasear su cinismo entre los distintos medios nacionales e internacionales, como han hecho los mencionados. El político no es la noticia, o no debería serlo, ni su visita. Que visite, que conozca, que escuche, pero que lo haga de espaldas a los medios, sin fotos, para mostrar al ciudadano que verdaderamente tiene intención de vivir con él sus problemas. Porque las verdaderas soluciones, en la mayoría de los casos, nacen de la raíz. Por ello, Heraldo de Barbate se negará, como lo ha hecho hasta ahora, a informar sobre visitas, a exponer declaraciones aprendidas de memoria, y a mostrar el poco respeto que algunos responsables políticos han tenido hacia los ciudadanos hasta ahora.