Este fin de semana Barbate ha dado la bienvenida de nuevo al teatro. Llevaba tiempo sin hablarle. Hacía tiempo que no lo hacía, pero el pasado viernes y sábado las representaciones se acordaron de nuevo de esta población, en la que algún tiempo, no muy lejano, daba la bienvenida a grandes compañías que recorrían todo el territorio nacional. Y es que el teatro es cultura.
Niños y adultos disfrutaron de espectáculos que forman parte de esa rama del arte llamada teatro, y en la que se enseñan y se cuentan historias, encarnadas por personajes. Dramas, comedias, tragicomedias. Barbate vuelve a ver teatro, pero sin Teatro. Teatro con mayúscula, ya que no dispone de un lugar donde poder disfrutar de aquellas compañías que visitan la población. La Lonja Vieja o el Salón Multiusos se han convertido por momentos, en salas de mentira para albergar los espectáculos por no existir un espacio adecuado para ello.
Y es que Barbate parece un pueblo de Teatro. Una localidad que vive constantemente un drama o, para algunos una comedia (e incluso tragicomedia). Existen personajes que representan un papel cada varios años, que necesitan ser votados y, para ello, intentan convencer a una audiencia que permanece atenta, confiando en que de un momento a otro tendrá que aparecer una buena actuación, puesto que son ya muchos años esperando dar un gran aplauso.
Esta semana se ha escuchado por los mentideros (off line y on line) la reanudación de las obras del tan ansiado Cine Avenida. Queda poco tiempo para las elecciones, y es que es época de convencer a los más indecisos. Es triste convertir a la cultura en arma política, cuando debería ser un derecho del que todo barbateño tendría que disfrutar. Sólo cabe esperar que el Teatro Cine Avenida no se convierta en un nuevo parque Infanta Elena. Entonces sí que sería un verdadero drama. Y con protagonistas.