03:59 h. martes, 19 de marzo de 2024

Juventudes Socialistas de la Caridad

Joaquín Fernández | 03 de abril de 2014

Siento vergüenza, pero a la vez alivio. De verdad. Vergüenza por ver cómo pasean su hipocresía los grandes partidos de este país. Sus tentáculos son capaces de llegar hasta cualquier rincón de la población más pequeña de la península para aprovecharse de sus ciudadanos y utilizarlos como herramientas low cost. Pero siento alivio por ver cómo hay jóvenes que trabajan para intentar llegar a una sociedad más justa. Algunos por intereses particulares, ellos sabrán, pero otros porque su percepción de la realidad les obliga a cooperar sin recibir nada a cambio.  

Hace pocos días cualquier usuario de Facebook pudo ver una publicación sobre los nosecuántos kilos de comida que Juventudes Socialistas de Barbate había conseguido colaborando con Amigos Solidarios. Supongo que el propio partido habrá felicitado a estos jóvenes. Yo también lo hago, por supuesto. "Bien hecho, ese es el camino", les habrán repetido los responsables locales. Aunque comprobando que no es la primera vez que lo hacen, se podrían cambiar el nombre por el de Juventudes Socialistas de la Caridad ¿por qué no? Eso sí, ser solidarios no es un defecto, es un valor admirable.

Pero ante esta situación hago una serie de preguntas, ¿por qué no le explicaron a esos jóvenes lo que significa la caridad actualmente? ¿Por qué no les advirtieron que con esa caridad estamos supliendo las deficiencias de un estado de bienestar que nuestras generaciones anteriores fueron capaces de asentar y que el Partido Socialista empezó a prostituir? ¿por qué no les enseñaron eso? Teníamos una constitución, unos derechos sociales, educación, sanidad, vivienda, derechos que parecían que jamás iban a desaparecer. Pero la hipocresía ha llegado muy lejos. O estos jóvenes comprenden que uno de los principales culpables de tener que repartir caridad en estos años es y ha sido el partido que ellos mismos secundan  o mal vamos. Muy mal. Porque siempre tendremos lo mismo.

Muchos ciudadanos apoyan a entidades benéficas locales y nacionales, es lógico. Estas organizaciones han asumido las obligaciones de la administración, y realizan un trabajo altruista admirable. Pero hace poco menos de un año, el anterior Defensor del Pueblo andaluz, José Chamizo, realizaba esta afirmación: "la crisis está influyendo en los servicios sociales como en ningún otro sector y corremos el grave riesgo de confundir los derechos con la caridad. Los derechos van por delante en una democracia". Se puede luchar por una sociedad más justa a través de la caridad ¿Por qué no? Pero si queréis una verdadera democracia, la hipocresía no es el mejor camino. Jóvenes, que no os engañen. 

Otras opiniones
Autores de opinión
Facebook