"Los nombres comunes en minúscula, pero los propios en mayúscula". Eso nos decían en la escuela. Pues hagamos lo correcto. La Feria, su libreto, su alumbrado, la Virgen, los puestos de tiritos, los patitos, el camión de los turrones. Se acerca la Feria del Carmen, y con ella, sus tradiciones. Algunas comunes, pero otras muy propias. Una de ellas, la Gran Regata de Botes. En el año 1930, el periódico local La Independencia de Barbate ya mencionaba la 'Regata de Botes y Cucañas', que por entonces se celebraba en el río de la localidad. Tradiciones que en los últimos años han sido maltratadas por la desidia, la despreocupación y una falta de implicación contagiosa de concejales responsables que no han sabido ni escribirla correctamente.
El valor de la Gran Regata es incalculable para nuestra localidad. En un libreto de feria del año 1949 ya se consideraba este evento como una tradición local. Bajo el título de Estampa Marinera, el honorable escribiente Antonio Gómez de la Torre Ferriz definía el acontecimiento en las primeras páginas del mencionado libreto como un "torneo varonil del pueblo pescador, que jornada tras jornada empuña los remos en busca del codiciado tesoro de escamas que argentean en las noches del año enmalladas en sus redes y que hay quizás con más anhelos empuñanlos para dar muestras de sus bríos, con el loco pensar de arrebatar la bandera que parece mecerse en las tranquilas aguas de la ría". Una tradición mayúscula.
Desde 2008, la Asociación Portus Baessipo escribe correctamente Gran Regata de Botes. Una asociación formada por barbateños que de manera altruista aúnan sus esfuerzos para celebrar una fiesta con cientos de aficionados y heredada entre generaciones. El pasado año, la asociación logró revivir además otra de las tradiciones que jamás se tenían que haber olvidado, el concurso de Botes Engalanados. Gracias a la cesión de una embarcación de José ‘El Levante’, Portus Baessipo recreó un barco de época para el disfrute de los presentes en los días de Feria. Este año volverán, para poco a poco intentar sumar adeptos y retomar otra de las tradiciones que desde hace décadas ni se mencionan. Aunque este esfuerzo de jóvenes barbateños no se ha visto agradecido siquiera con un simple apunte o fotografía en el libreto de Feria.
Tras mirar sus páginas, cualquiera podría observar que está incompleto. La Gran Regata, el concurso de Botes Engalanados ¿Dónde están? Nada de nada, tan sólo pequeñas pinceladas que demuestran la poca importancia de lo nuestro para nuestro equipo de Gobierno. También es posible observar su ignorancia al escribirlas: en ocasiones en mayúscula, y en otras, en minúscula. Ese demuestra, en parte, el respeto que le tienen.
Nuestras tradiciones deben comenzar con mayúscula. Si no son capaces de escribirlas así, jamás las tratarán como tal. Tradiciones maltratadas por un Ayuntamiento incapaz de realzarlas, retomarlas y venderlas como productos ‘made in Barbate’. Una administración que ofrece la mínima ayuda, sin implicaciones personales, y a veces sin un simple ‘gracias’. Que el trabajo lo haga otro, pero “yo” soy el que cobro. Y a las tradiciones que les den, con la pena de que poco a poco acabarán desapareciendo como otras tantas.
Al parecer, preferimos vivir con la nostalgia de un próspero pasado que de un presente en el que con nuestro esfuerzo podemos disfrutar como nunca. Las tradiciones nos hablan, nos cuentan quiénes somos. Si se pierden, nunca sabremos quiénes fuimos y por ende, jamás averiguaremos quiénes seremos. Las tradiciones, en mayúscula por favor, y no sólo en el libreto.