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Barbate es una isla

Juanjo Malia | 05 de junio de 2014

Sí señor, Barbate es una isla. Con los “pros” y los “contras” de una isla, y más particularmente por ser la que es: Una isla completamente diferente a todas las demás.

Barbate es una isla porque es un pueblo que va por su cuenta, libre, que no mira hacia los lados, aunque tampoco al frente. Está sola, como toda buena isla.

¿La han dejado sola otros, o ella misma ha querido estar así? A esa respuesta dentro del término municipal y más allá de sus fronteras donde desgraciadamente están muchos barbateños te responderán de 2 maneras diferentes:

- Unos apoyarán la teoría de que Barbate es una isla porque nadie la quiere ni la apoya, porque existe una mano negra, porque todos están su contra. Gobiernos, medios de comunicación, etc.

- Otros en cambio, dirán que está así porque ella misma, su alma interior, o sea, sus ciudadanos, se han resignado a dar un paso adelante para afrontar lo que básicamente es vivir en una sociedad que avanza y ser coherentes con su ritmo de vida al que no se adaptan, que ella si está sola es porque quiere estar sola y que si no se desarrolla ni fructifica es porque las islas, son islas y como islas, deben estar aisladas.

Llegan elecciones, y Barbate sigue siendo una isla. La participación en el país sigue siendo baja (menos del 50%), aunque subiendo con respecto a los últimos comicios. Pero en Barbate resulta que es desmesuradamente baja, de un 70 %. Se nota que los barbateños estamos muy contentos con nuestra isla.

Zahara, Vejer, Tarifa, Conil… pequeñas isletas de alrededor con un gran potencial similar al de Barbate, aunque tienen una diferencia sustancial respeto a nuestra isla y es que ellos, quieren. Quieren sacarle el jugo a esas posibilidades. Quieren dejar de ser una isla para ir de la mano del desarrollo. O al menos eso es lo que parece comparando con nuestra isla en la que vivimos felices, pero quejosos.

Barbate es una isla, que no desierta, porque tiene un paraje natural inigualable, comida y gente que, como diría Abraham Mateo… “Bah!” (no me tengas en cuenta el ejemplo), playas que vírgenes o no, son espectaculares, y campo que virgen o no, es sencillamente el complemento perfecto que consigue que esta isla sea paradisíaca. Una isla rodeada de 2 mares, mar azul y mar verde. Atún rojo de almadraba y piñones de la breña no a pocos kilómetros, sino juntos. Por favor, ¿en qué isla podríamos ver algo así?. Ni la isla de Lost (Perdidos) tiene tantos poderes ni tanto potencial.

Sin embargo, está limitada por un término natural inaccesible, impenetrable, inalterable, inexorable, o por el que nos roba defensa para jugar a la guerra sin que se pueda hacer nada porque dicen que fue una expropiación, o porque dicen que lo vendimos, o porque si nos dan la mano con un poco de terreno, les cogeremos el brazo, qué mas da todo eso, fundamentalmente está limitada por el miedo, por la dejadez, por el conformismo, por el individualismo y por la desidia, pero repito, quejosos.

Dentro de una isla se forman grupos, y aunque en nuestra isla somos especiales, en ese aspecto somos como otras islas, hemos formado grupos, eso implica diferencias, así que como puedes imaginar, aquí no se lucha contra nadie, aquí se lucha contra nosotros mismos, por eso, nunca ganamos la batalla. Odio el símil bélico, pero mejor no me sale explicarlo ahora mismo, vaya a un pleno para comprobarlo o “vichée” como decimos aquí, las redes sociales. También ayuda al símil bélico que acaban de pasar unos puñeteros aviones por encima nuestra y se han escuchado bombazos durante todo el día. Hoy toca jugar también.

Barbate es una isla en la que es compatible la “convivencia” con la suciedad en las calles, playas y parques, ¿será porque no queremos que nadie más venga (no creo ya que se supone que gracias entre otras cosas al turismo sobrevivimos y queremos potenciarlo) o será porque nos hemos resignado a que es el único sitio donde vamos a estar y como no saldremos nunca de aquí, haremos como los cerdos, disfrutar en nuestra propia mierda, en nuestra propia isla?

A pesar de eso, nuestra isla no es inaccesible, ojo, para nada, es una isla en la que recibimos a la gente con los brazos abiertos, nos encanta, y los debemos de tratar bien, porque muchos se enamoran del lugar y de sus gentes de belleza sublime, tanto interior como exterior, pero se sorprenden de que no seamos capaces ni siquiera de tener la calle limpia, y es que es normal, porque la incoherencia impera en nuestra isla, y claro, así dejamos al visitante tan trastocado e incrédulo que sólo pueden ocurrir 2 cosas, o se hace barbateño o barbateña para toda la vida, o huye para siempre.

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