No sé si os habéis dado cuenta o no, pero estamos en campaña electoral. En unos días habrá que realizar nuestro deber y derecho como ciudadano de elegir quién gobernará por cuatro años, o menos, nuestra querida tierra Andalucía. Tenemos. Los que me conocen sabe que no soy persona de derecha, ni de las medias tintas del centro, me va más otro bando, quizás izquierda. No obstante, en este ejercicio de coherencia me gusta leer lo que proponen todos partidos y decidir con un criterio formado. Ojo, proponer, no prometer, que no es lo mismo. Quien no tiene en la mente uno con un traje chaqueta en medio el campo prometiendo trabajo y diciendo que sabe coger tomates. Eso eliminarlos de raíz. Iros a los programas electorales, sin miedo. Pensemos. Normalmente lo que se propone tiene su lógica, quitando algunos iluminados, todo tiene un sentido y un por qué. Por ello, es bueno quedarse con el programa que se ajusta a la realidad y que no venda humo… recuerden prometer no es proponer. Ya sabemos que durante muchos años nos ha gobernado el mismo partido socialistas, con mayoría, con colaboraciones de IU o PA y hasta con la victoria de los populares, pero también con EREs, coca y putas. Entonces no es descabellado mirar otras vías. Miremos.
Los partidos llamados pequeños y/o emergentes son dignos de análisis. Algunos quieren resurgir PAra ser lo que fueron; otros necesitan los CIUDADANOS andaluces para subir a nivel nacional y otros creen que PODEMOS ser útiles con nuestro voto, mientras la IZQUIERDA permanezca UNIDA y valga el juego de palabras. Soñemos. Nuestra responsabilidad es votar, sabiendo, conociendo y sintiendo lo que votamos. Después podemos acertar o no, pero hay que soñar que verdaderamente nuestra papeleta sirve para algo y, para ello, se podrían eliminar unos cuantas que sabemos la política que practican. Eso sí, no leer todas las barbaridades que se dicen de unos y otros, normalmente con una mala pluma y con intensiones partidistas de engañar estratégicamente al electorado. Todo está estudiado para que le compremos, cual si fueran productos, que luego se encargan ellos de cobrarnos hasta los intereses. Cuidemos. De aquellos que prometen, fijemos, ávidos lectores, nuestras bases en los programas para poder reivindicar aquellos que proponen si no lo cumplen y aprovechemos la ocasión de un tiempo nuevo. Un tiempo único que nos ha tocado vivir, demostremos que si queremos, podemos ser los dueños de nuestra tierra, de nuestro pueblo, de nuestro cuerpo. Votemos, un derecho que debemos ejercer.