Algunos estaban ya acercándose a la Casa del Mar. Pero ni antibióticos, ni jarabes, ni pastillas. El carnaval se convierte para muchos en estos meses en una enfermedad, aunque una bendita enfermedad, que solo se cura a base de papelillos, serpentinas, y coplas, coplas al ritmo que marcan las agrupaciones. Eso sí, también algunos intentan aliviarla con un buen vaso de vino. Y no pocos.

Luis Bernal, en la Peña La Pachanga, fue el encargado de pregonar el inicio de la tradicional fiesta en el Abreboca del carnaval. Un lugar privilegiado para un pregón emotivo como fue el de este viejo coplero, que aunque hace años que no sale en agrupaciones mantiene esa afición por la fiesta. Las palabras de Luis Bernal permitieron recordar a los presentes numerosos momentos de la familia pachanguera y del carnaval barbateño en general. Un acto al que asistió el alcalde de la localidad, Rafael Quirós, y varias personalidades del carnaval local, aunque es destacable la ausencia del delegado de Fiestas, Juan Carlos Muñoz, que a pesar de que se ausentara no perdió su silla.

En el mismo acto, la peña homenajeó a la comparsa Filo Andaluz por su 30 aniversario de su primer premio en el concurso de agrupaciones de la capital en 1984, un hito que sólo ha conseguido otra agrupación provincial en 1999, La Parra Bomba, de El Puerto Santa María.

Tras el pregón, varias agrupaciones locales y de la vecina localidad de Vejer de la Frontera realizaron sus ensayos generales antes de su actuación en el Concurso Oficial de Agrupaciones, que tendrá lugar el próximo sábado 1 de marzo en el salón de actos del colegio Bahía de Barbate. Entre ellas, la comparsa de Francisco Varo, La Enmascarada y las chirigotas Volvemos de Golpe y Los Delincuentes.

La Peña de Los Robinsones, el Bar La Tienda y Los Seis Grifos también acogieron ensayos generales y actuaciones de las agrupaciones, que contribuyeron a ir creando ese ambiente de un carnaval que el próximo fin de semana se iniciará oficialmente.

El Carnaval de Barbate, en Sevilla

Barbate tiene su rincón en Sevilla. Se llama La Almadraba, situado en el Mercado de la emblemática calle Feria, un lugar regentado por barbateños donde cualquier ciudadano puede degustar un trozo de Barbate, con tomate, en aceite, o encebollado acompañado siempre de un buen vino.

Por ello, y aprovechando la ocasión, la chirigota de Antonio Reyes, más conocida por la callejera del Reyes, se desplazó el pasado sábado hasta este rincón de barbateño en la capital hispalense para ofrecerles a los clientes de La Almadraba su divertido repertorio y trasladar así otro de los trozos de Barbate, su carnaval. Demostraron de esta manera, que Barbate no sólo se come, sino que también suena. ¡Y cómo suena!