Del Beta al VHS, del DVD al Blue Ray, del CD al pen drive. Los formatos cambiarán, pero los archivos siempre serán los mismos. Con el paso del tiempo, habrá que rebobinarlos para recordarlos, para que jamás se olviden de ellos. Algunas tradiciones barbateñas nunca se guardaron. Quedaron olvidadas y ahora son casi imposibles rebobinarlas para poder revivirlas. La joven Asociación Portus Baessipo ha mostrado su capacidad, desde hace más de seis años, de rebobinar las tradiciones, de recuperar el patrimonio histórico y cultural de una localidad en la que año tras año parece que pretende olvidar sus raíces: regatas, botes engalanados, cine, deporte y carnaval, entre otras tantas tradiciones.  

La pasada Feria del Carmen, la joven asociación organizó de nuevo la Gran Regata de Botes. Una tradición casi centenaria, quizás la más longeva de la localidad, pero que en los últimos años (antes de que Portus Baessipo organizase el evento) registraba una escasa participación. Este año, la Gran Regata ha contado con la participación de más de una veintena de botes, por lo que es una muestra de la vida que Portus Baessipo ha conseguido dar a esta tradición cada julio.  

Durante las jornadas de regatas, los miembros de la asociación exhibieron uno de los botes engalanados creados para la ocasión. Por segundo año consecutivo, Portus Baessipo logró recordar el antiguo concurso de botes engalanados que hace más de tres décadas que no se celebra.  Este año recrearon La Perla Negra, el barco pirata de la famosa película Piratas del Caribe. El pasado año, los visitantes  disfrutaron del navío español Santísima Trinidad. Poco a poco, y con materiales reciclados, estos jóvenes tienen la intención de retomar esta tradición y devolverle el lugar que, según aportan, “es el que se merece”.

Barbate es de cine

El pasado fin de semana, los barbateños volvieron a disfrutar de ‘su cine’ a través del evento ‘Barbate es de Cine’. El olor a palomitas, la buena temperatura veraniega, y el emblemático Hoyo la Tota sirvieron para recrear el mejor ambiente cinematográfico, en el que las risas no faltaron con el corto de los hermanos Aragón ¡Hay mi Pepe! Y la película andaluza El Mundo es Nuestro. Vecinos y visitantes pudieron disfrutar, además, de los antiguos asientos de madera del anhelado Cine Avenida. Unos asientos que la propia asociación se ha encargado de reparar. Cultura y reivindicación se dieron la mano. La muestra de la necesidad de un cine, y sobre todo, de la necesidad de reformar la única sala que existe en la localidad, casi en ruinas.

Rebobinar para conocer las señas de identidad de un pueblo, sus raíces, sus tradiciones. Rebobinar para volverlos a revivir y que no sólo sean recuerdos grabados en citas guardadas en una caja de cartón. 

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