Un viejo cascarrabias y un marinero sabihondo, padre e hijo, daban la bienvenida a un acto enclavado en la Lonja Vieja, con olor a salitre y sabor a atún. Personalidades de todo tipo se dieron cita en un abarrotado edifico que conjugó las artes escénicas, las diferentes publicaciones, la práctica del ronque y la degustación del manjar tunicio de la mojama.

Abrió el acto la obra teatral de Sergio Román, interpretada por éste y Pedro Quirós, ‘PatAtún’. Una bella historia que podría ser contada fácilmente por los viejos del lugar y que puso sobre el escenario el valor de los dos barbateños, acompañados por los acordes de Alejandro Canalla.

Antonio Varo, conductor del evento, daba paso a la presentación del libro ‘Cacerolas de Atún de Barbate’ editado por Asiquipu. Serían precisamente los alumnos de esta entidad quienes demostraron su ingenio desgranando, cual si fuera una receta, los ingredientes del libro. Otra publicación que se encontraba de promoción es la revista monográfica sobre el atún y la almadraba ‘Oro Rojo’.

Cultura a raudales ante la presencia del delegado del Gobierno de la Junta, Fernando López Gil, alcalde de Barbate, Rafael Quirós, el presidente de la Unión de Empresarios, Francisco González, el presidente del GDP, Nicolás Fernández, entre otros representantes políticos. Los citados se subieron al escenario para dar a conocer las diferentes posibilidades del atún rojo de almadraba, la Semana Gastronómica y otros aspectos.

Degustación de mojama

Llegaría el turno de realizar una demostración in situ de la técnica del ronqueo. En esta ocasión fue la empresa Herpac la encargada de despiezar un atún en vivo y en directo, ante la mirada de los presentes que se congregaron en la zona especificada para tal fin y a través de unas pantallas colocadas por el interior del edificio.

La mojama hizo acto de presencia y fue ‘dejándose’ probar por los comensales que departían en distendidas conversaciones. También se ubicaba una mesa donde se exhibían las tapas que podrán ser degustadas en las diferentes casetas del recinto ferial.

Si bien hubo buen ambiente, aunque menos personalidades y menos medios que el año anterior, la Feria se iluminó con menos gente de lo que se espera en los próximos días. A buen seguro que se vivirán estampas como las vistas el pasado año con una cantidad importante de visitantes y vecinos disfrutando de las jornadas gastronómicas.

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