13:42 h. lunes, 29 de abril de 2024

¿Ufo o Pufo?

Luis Rossi | 10 de octubre de 2013

Barbate observó no hace mucho como unas luces rojas invadían su nocturno cielo pero... ¿serían los únicos seres no terrestres que invaden la atmósfera de la idenitadad barbateña?

Ya sabemos que en Barbate los platillos volantes sobrevuelan por nuestras nubes desde hace tiempo. Objetos voladores que nada tienen que ver con las cometas, pandorgas en barbateño,  que marcaban el viento de levante o el poniente con ganas de seguir siendo un objeto no inerte. Que con un sinuoso contoneo serpenteaban el aire con gracia y con la habilidad del aquel niños o padre que en sus manos manejaban el mundo. No quiero decir ni mucho menos que se hayan perdido, pero sí que se han transformado.

 Son los mismos extraterrestres que hacen lo que les placen señalando siempre su interés personal "

Ni Cuarto Milenio quiso mojarse, pero todos vieron como unas luces rojas conspiraban en el cielo con sinuoso movimiento, propio de otro tiempo, de otro planeta o de otro mundo. La gracia quiso que fueran unos farolillos rojos, de otra cultura, para celebrar una boda de paisanos nuestros. Sin embargo, los Ovnis sobrevolaron Barbate. Y se instalaron en las mentes de los barbateños. En los que perdieron la conciencia de pueblo y dejaron su identidad en una cuenta corriente. Son los mismos extraterrestres que hacen lo que les placen señalando siempre su interés personal y nunca un bien común que nos llene de plenitud a un pueblo falto, a veces, de vida inteligente.

Los marcianos no vienen de Marte, sino de nuestra propia raíz. Bichos verdes que se meten en cada casa y son capaces de insuflar importantes recibos  para destrozar la economía hogareña con IBI, no Eremitas, que cercenan y desesperan de la misma forma. UFO, en el inglés de la Botella, sigue siendo un pufo. No, aquellas luces no eran Ufos, eran pufos. Como los seres de otro planeta que nos dejan en nuestra arcas municipales, que por años han estado anclados en unas cuentas paralelas, con una caja única que es más bien lo contario a una caja de Pandora.  Los farolillos rojos, esos somos nosotros. La cola, el trasero. Donde se va perdiendo todo conforme la Nacional se va haciendo menos autovía  y se va llenado de curvas por La Barca.

Luna nueva, fresca, llena de vida, con cráteres de experiencias y sabiduría de una materia gris"

Pero queda esperanza, ávidos lectores, unos seres que no son marcianos o extraterrestres, aunque sí lunáticos. Los que giran en torno a los problemas buscando soluciones e influyen en las mareas del pensamiento. Esa es la tarea. Luna nueva, fresca, llena de vida, con cráteres de experiencias y sabiduría de una materia gris. Pero no se asusten, no habrá lado oscuro, la cara oculta dejará de serlo el día que con gran tino decida alguien hacer rotar los girasoles y en vez de cegar soles, iluminarse tan solo con la luna. Los lunáticos, locos quizás por tan ardua empresa, pero llenos de luz y que cada luna llena su influjo se irá inyectando en los ciudadanos barbateños.  

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