El sabor de la imaginación es dulce, pero también salado. Sabe a tradición, pero también a originalidad. Tiene toques de ilusión, y un aroma que busca la fascinación. Sabe a esfuerzo y a atrevimiento, y a veces no es fácil mezclarla. Los artistas que cocinan imaginación lo hacen con el reto de gustar no sólo a los buenos paladares, sino a todo aquel que se precie a probarla. Y es que esta tercera Semana Dulce y Salada sabe a imaginación…

La imaginación se mueve a sus anchas en la Confitería Tres Martínez, que ofrece en esta edición un dulce muy peculiar, ‘El Reviro’. Es un trampantojo, es decir, un falso montadito de atún en manteca. Parece, pero no lo es. Imita a este tradicional bocado barbateño, pero realmente sus ingredientes son muy diferentes: una brioche que hace de pan, helado de limón, que imita a la manteca blanca y turrón, que hace las veces de atún.

La originalidad y el esfuerzo son otros de los sabores de la imaginación. En el Restaurante La Traiña, situado en el Paseo Marítimo de la localidad, bien demuestran que saben utilizar estos ingredientes para hacer sus tapas. En 2014, La Traiña ofrece una tapa denominada MARCAM, un tartar de atún rojo e higo chumbo, una jalea del mismo higo, una confitura casera y una salsa que se compone de yogur natural, soja y guindilla, además de una vinagreta compuesta de pepinillos, alcaparras y aceite de oliva. “Buscamos sabores distintos a lo tradicional”, explica el jefe de cocina, Miguel Ángel.

Un nuevo restaurante se une a esta semana gastronómica. El Lolea, situado en el Paseo Marítimo de la localidad, y en el que Miguel es también su jefe de cocina, por lo que ha apostado de nuevo por sabores atrevidos. Lolea 14 es la tapa elegida para participar en la ruta, compuesta por ahijar, gamba cruda, sandía y una crema de zanahoria. Sabores nuevos, que mezclan lo dulce y lo salado, la fruta y los productos del mar. Originalidad, esfuerzo y mucha imaginación para ofrecer a los paladares más exigentes sabores que se diferencien de la monotonía. 

Lo tradicional puede ser original y diferente. En La Taberna de la Rubia, situada en la avenida Atlántico, conocen el secreto. Esta taberna ofrece una tapa con otro de los productos locales: el bonito. La tapa consiste es un rulo de bonito, cocinado con tomillo y con una salsa al ron, decorado con vinagre balsámico y pimiento morrón. Una tapa “diferente”, y con productos barbateños.