00:12 h. sábado, 27 de abril de 2024

Sin tradiciones

Editorial | 04 de noviembre de 2013

Por algunos mentideros barbateños es habitual oír “las tradiciones se están perdiendo”, acompañado de un “yo recuerdo en mi época”. Frases que suenan cada día, y que a pesar de todo, son ciertas.

Por algunos mentideros barbateños es habitual oír “las tradiciones se están perdiendo”, acompañado de un “yo recuerdo en mi época”. Frases que suenan cada día, y que a pesar de todo, son ciertas. Cada vez, esos recuerdos adquieren más valor y es que, como se concluye en esos mentideros, las tradiciones no son lo que eran.

El ejemplo más claro es el vivido la pasada semana en la celebración de la fiesta de Tosantos, cuando se engalanaba la Plaza de Abastos y los comerciantes se volcaban con la festividad. El pasado jueves, los que se acercaron a la céntrica plaza, tan sólo vieron retazos de algunos que todavía han querido conservar aquel recuerdo.

Es fácil encontrar el enemigo culpable de todas estas pérdidas. Sí, es fácil, los gestores que cada cuatro años dirigen el Ayuntamiento. Eso sería lo sencillo. Pero también es necesario reflexionar sobre si los propios barbateños han puesto de su parte para que esas tradiciones, las llamadas raíces para los más chovinistas, no se perdiesen.

¿En Buñol también tiran tomates y se van? ¿En Pamplona también corren delante de un toro y se van?

En verano, muchas de esas costumbres traen al recuerdo momentos vividos por los más viejos del lugar. La Regata de Botes, por ejemplo, que la Asociación Portus Baessipo ha intentado recuperar de nuevo parte de ese esplendor que los más mayores añoran. Pero en esa misma fecha, el concurso de botes engalanados, que todos han visto a través de las fotos de Riera, y la cucaña, que hasta hace muy poco se ha celebrado, son eso, nada más que recuerdos.

Otra de las festividades más recordadas y demandadas ha sido la Sardinada, algo muy local. Se prohibió la acampada, una práctica que se le había ido de las manos al gobierno local. La suciedad hacía mucho daño, y los parajes naturales, al fin y al cabo, son una joya que hay que cuidar. Una buena decisión. Pero la degustación de sardinas en esa fecha también se prohibió. “Es que la gente sólo venía a comer sardinas gratis y se iba”, se oye en los mentideros ¿En Buñol también tiran tomates y se van? ¿En Pamplona también corren delante de un toro y se van?

no se han sabido mantener y modernizar las tradiciones para que, además de que no se pierdan las raíces, aporte un beneficio económico 

El problema, quizás, es que no se han sabido mantener y modernizar las tradiciones para que, además de que no se pierdan las raíces, aporten un beneficio económico a la localidad. El teatro y el cine también dijeron adiós cada tarde de fin de semana. “Los que se quedaban sin entrada en Sevilla, venían aquí a ver la Fura dels Bauls” o “Ben Hur se estrenó en Barbate antes que en Cádiz”, es lo único que queda. Un carnaval a la altura. Una feria atractiva con su tradicional cabalgata.

Y otras tantas fiestas y tradiciones que por no tener una buena gestión, por la falta de compromiso o por la falta de dinero, no se hacen y, aunque no lo parezca, se pierden raíces y posibilidades de beneficio económico. “Con muy poco se puede hacer mucho, lo que faltan son ganas, unión y cabeza”, saltó una voz de aquel mentidero.

Otras opiniones
Autores de opinión
Facebook