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La explanada de las mentiras y promesas incumplidas (II)

Sebastián Bernal | 06 de septiembre de 2013

Era allá por los años 70 y un NUEVO A MANECER asomaba por la zona mas desfavorecida de Barbate, y al grito de “Fuente Ovejuna”, como mandan los cánones de una explosión controlada, desaparece la triste y cruel realidad de un misterioso suburbio denominado: “EL ZAPAL"

(Parte II)

La mar estaba picada, la barca municipal hacía agua por todas partes, el patrón de la nave lanzaba su última y desesperada bengala, el “Motín a bordo” no se hizo esperar  y el que hasta estos momentos había sido el demócrata elegido para regentar los intereses del pueblo, fue destituido de un fino y certero plumazo. Con él se fueron once años en donde hubo de todo: desde la celebración de un Campeonato Mundial de Pesca pasando por un torneo de baloncesto con equipos internacionales, la celebración de la I Milla Ciudad de Barbate, el asfaltado de algunas calles, la creación de nuevas “placitas”, algún que otro acto cultural, hasta dejarnos sin recursos turísticos con aquella nefasta y desafortunada cesión gratuita de unos terrenos pertenecientes al común de vecinos, es decir, las Hazas de suerte, hoy zona militar, y todo ello, sin contar con el voto soberano del pueblo. Además de este desaguisado, nunca se percató que a menos de una milla del mar todavía existía aquella hermosa explanada abandonada y ansiosa por ser urbanizada. Pero no, este patrón tuvo otra triste idea que consistía en utilizarla como recinto ferial y zona residencial de todos aquellos circos de atracciones que nos visitaban, precursores, claro está, del viento de levante. Pero ya no tenía remedio, la tramoya de las falsas promesas se había puesto en funcionamiento, el engaño no había muerto sino todo lo contrario, se perpetuaba cada vez más a merced de determinados amagos políticos vergonzosos y vergonzantes, y lo expreso así de claro, porque construir castillos en el aire a consta del voto electoral del contribuyente tan solo se hacen realidad en los cuentos de Hadas.

Por aquellas fechas de elecciones en el programa electoral de turno decía textualmente: “ Como el actual Mercado de Abastos se queda pequeño para asistir a tanta población, en la explanada del ZAPAL se construirá de inmediato un Macro Mercado Municipal, el cual contará con aparcamientos subterráneos, oficina del consumidor, botiquín de primeros auxilios, cafetería, heladería y comercios varios….. ¡ ja, ja, ja,! Una vez conseguidos los votos todo quedó en otro proyecto archivado y en otra promesa no cumplida.

Tras el motín, un nuevo patrón y una incondicional tripulación, procedentes de la vieja guardia, se hacen con el timón de la nave municipal. Parecía que traían la lección aprendida, y con ellos se acariciaría un “Nuevo Amanecer”, pero no, una vez más la suerte nos dio la espalda dejándonos de nuevo a los pies de los caballos. Pronto nos dimos cuenta que sus intenciones no eran otras que dedicarse en cuerpo y alma a saldar la deuda con la Seguridad Social, amortizar en lo posible los intereses contraídos por el anterior regidor con el Banco Español de Crédito y sacar adelante el tan “cacareado” Plan de Ordenación Urbana, donde mira por donde la explanada del Zapal aparece como una Unidad de ejecución urbanizable (Eureka….). Pero en honor a la verdad, tengo que decir que cierta mañana se oyeron los ruidos inconfundibles del marchar de varias escavadoras y otras tanta palas niveladoras que se dirigían hacia la zona baja de la explanada. La pregunta del ignorante transeúnte era obligatoria: ¡oye Juan! ¿Qué es lo que “van a hacer” ahí?, el preguntado, no menos ignorante, le responde: “en la tienda se comenta que van a construir viviendas subvencionadas” ah ya…. bueno Juan hasta luego… adiós….

Todo parecía augurar un buen comienzo, por fin se le iba a dar alguna utilidad a la timada y estafada explanada, pero no mas lejos de la realidad, todo quedó en la construcción de la barriada, que si hay que ponerle algún reparo es que, con el respeto que me merece tanto la persona como el artista, la comisión de sabios munícipes encargada de buscar el nombre adecuado para una calle, plaza o edificio, no encontraron o no supieron o no quisieron encontrar en nuestra localidad nombre alguno que le imprimiese al nuevo edificio categoría y dignidad. Para ello, y de forma parasicóloga, como se acostumbra en el reino de los sabios, se trasladaron a la Isla de León (actual San Fernando). Pobres sabios, ignorantes, prepotentes, desagradecidos, desmemoriados, apóstatas de sus raíces y envidiosos por excelencia y como políticos tan solo sois malos imitadores de Don Emilio Castelar. Pero tengamos la fiesta en paz porque cuando contemplo estas “mamarrachadas” me indigno y pierdo el norte.

Dicen que terceras partes nunca fueron buenas pero aquí falla esta sentencia porque con  la próxima carta de navegación  os traeré la “Joya de la Corona”: “Nuevo Centro de Salud en la explanada del Zapal”…… ji, ji, ji, ji………

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