Parece que fue ayer…Pero en el pasado, Barbate fue próspero y la actividad pesquera también.
Hoy el atún rojo es el protagonista, de lo cual los barbateños, nos alegramos porque es un bien, un regalo concedido al mar, y el deleite de quienes puedan acceder a comprarlo. Ahora ellos son los más preciados y valorados, tienen el privilegio de esa hegemonía y tienen carácter honorifico, elogiados y reconocidos por toda la geografía, el atún salvaje, el arte, la cultura marina de la almadraba, y de su gente, los almadraberos. Hoy los boquerones han pasado a un segundo plano, han sido destronados…Pero ellos en otro tiempo eran los reyes, junto a la sencillez de la sardina, dama de plata y la caballa, la melva, el jurel, participes de la corte azulada…
Nuestro pueblo, nuestros barcos de bajura siempre han sido traiñeros, y la pesca, artesanal, la de siempre, la de cerco y jareta, la que nos dio de comer a mucha gente…Ella, la que fue reina de la prosperidad, no es la de antes, hoy, ya no es igual, hasta la famosa” Colla” o estibadores portuarios también se extinguieron, se han perdido muchas cosas a lo largo del camino. ¡Ay pero qué bueno el pescado azul! ¡Tan rico en omega tres, y tan apreciado y asequible a los bolsillos modestos!
Sí. Hoy queríamos hablar de peces, cuando la feria se ha ido, permanecerá en el recuerdo y perdurará el divertimento de los más pequeños, pescando en la feria patitos y pececitos en el agua y subiéndose a los cacharritos iluminados. Recuerdo la niñez, el ayer, las cosas de entonces. Cuando nuestros padres aun eran jóvenes, trabajadores, marineros de pura cepa y contaban historias…
Enamorados del mar y a la vez con el pánico escénico de volver a su hogar siempre y con el deseo de no perecer en la mar, sino en tierra firme. Aquel tiempo, cuando en el Bar la Pava, el Bar la Paquera, el Bar Paquete y en muchos otros, se hacían las partijas, y los marineros cobraban la parte y la jarampa. Siempre la mar fue un trabajo sacrificado, pero allí estaban ellos, los hombres de entonces llevando a sus familias el pan…
Hay recuerdos que todos vivimos en primera persona y están vivos en cada uno de nosotros, Ése patrimonio barbateño, esa simbiosis de un pueblo en el que la mayoría vivían de la pesca. Un pueblo eminentemente marinero. La costera siempre al filo de la palabra informando de las capturas, y las cajas de pescado que habían cogido los barcos que llegarían al puerto pesquero, con la voz de Juan Rossi al aparato. Era especialmente llamativo ver a aquellos hombres cosiendo redes. A veces, los miraba extasiada sentados en el suelo, con sus gorras y su atuendo pesquero, los rederos llamados también “remendaores” cosiendo redes con la precisión y rapidez de cualquier modisto de lujo.
Sí, entonces…Cuando escuchaba términos propios del argot marinero ¿Cómo ha ido la pesca? -Unas veces entre sonrisas, otras veces surcando el descontento.-Venimos derribaos- O cerca de Larache, nos quedamos “encallaos” O venimos de” Juan lao” ¡Qué banco de pescaos niño! ¡Vamos al “chasmío”(los peces en el agua) ¡Vamos a calar! y tiraban el arte.
Peces de plata saltaban, en la bancá de los barcos. La vida marinera tan sacrificada y misteriosa. Las conversaciones, entre las luces y sombras previas al amanecer. Y aquellos términos como,” No salimos es lunario” referente a la luna, se paraba hasta llegar al cuarto menguante.- Hemos cogido el arte en las palas- y venían más tristes, aquello suponía días sin faenar, hasta que los buzos hicieran su trabajo y los rederos o “remendaores” pudieran coser las redes. Los hombres rana… eran los buzos, los encargados de sacar el arte enredado en las hélices. Y la creatividad no tenia precio, alguna gente adornaban sus puertas con cortinas de redes, trozos que ya no servían, siempre hubo mucha imaginación. Mas cuando pienso que Barbate es el lugar de mas horas de luz, cuando lo miro con los ojos llenitos de entonces, anhelo esperanzas nuevas, cuando lo veo con ojos de amor, quiero ver esa prosperidad de entonces, cuando no se habían perdido tantos puestos de trabajo y muchas mujeres trabajaban en las fabricas, en el Consorcio Nacional Almadrabero, el arte de la estiba… La salazón del pescado heredada de los fenicios. Hay mucha nostalgia de lo que fue y ya no es, de todo lo que estuvo y ya no existe.
Mas nuestro pueblo y nuestra historia, han de ser grandes en nuestros corazones, aun siendo pequeño, y falto de un gran progreso. Zapatitos de fiesta nuevos para ti yo quiero. Tu…Cansado de mendigar y vestir harapos. Más prosperidad haya para ti y tú simiente… Porque antes de nuestros progenitores. antes de nuestros antepasados, hubo alguien que eligió a unos humildes y sencillos pescadores, y junto al Maestro de Galilea vivieron acontecimientos que ni imaginaban. -Boguen… Boguen mar adentro, echen las redes al mar- y se produjo la pesca milagrosa, llenó las barcas de peces, anduvo sobre las aguas del mar, y les dijo en sentido metafórico –Yo os haré pescadores de hombres- Él… el auténtico Salvador del mundo, sus maravillosas proezas y hechos siguen recordándose. Hoy a modo de oración te pido y ruego, que este pueblo sea alguien especial en tu corazón Divino .Que haya paz, prosperidad y trabajo.
Se oye una voz…
Como un susurro apacible y manso.
Cielos abiertos…
Sanada claridad transparente.
Echen las redes al mar…