00:03 h. viernes, 03 de mayo de 2024

La voz de Marianne (en el túnel)

Juana María Malia Pérez | 02 de octubre de 2014

Ella estaba allí absorta, pensativa, sintiendo un estrés emocional grande, miraba a la gente pasar, quería estar bien, pero algo la desbordaba, se preguntaba si seria falta de autoestima o la poca estima de los demás, se decía a si misma que tal vez fueran sus hormonas femeninas, o fue aquello y  lo otro.

Este escrito esta dedicado a todos los que están implicados de alguna manera en el mundo de la salud mental, a los que  han  sufrido y sufren, y por diversas causas padecieron y lucharon.

Ella estaba allí absorta, pensativa, sintiendo un estrés emocional grande, miraba a la gente pasar, quería estar bien, pero algo la desbordaba, se preguntaba si seria falta de autoestima o la poca estima de los demás, se decía a si misma que tal vez fueran sus hormonas femeninas, o fue aquello y  lo otro, un largo etc. de cosas  y una larga letanía de argumentos posibles, capaces de desencadenar el  detonante de tanta angustia ,e incluso pasó  por su mente muchas preguntas ,pero ninguna respuesta. Y en el mundo en que vivimos tan lleno de ciencia ahora que casi todo tiene nombre…

 Vivía  como en la cuerda floja, llena  de un pánico atroz, antes, tenía fuerzas, podía cruzar con soltura aquella línea y salir victoriosa

Pensó si sería el síndrome post vacacional o la tristeza del solsticio de otoño, lo cierto es que se sentía  amenazada, y su salud mental resquebrajándose día a día .Sabia que en una sociedad tan problemática y con la perdida de tantos valores y tan desamparada,  las patologías mentales iban en aumento. No paraba de pensar…Acaso estaría al filo de la depresión,  quizás sumida en una crisis de ansiedad. Vivía  como en la cuerda floja, llena  de un pánico atroz, antes, tenía fuerzas, podía cruzar con soltura aquella línea y salir victoriosa ,pero ahora no, ahora envuelta en un halo de tristeza y vulnerabilidad, luchaba con su desenfrenado pensamiento y sentía como si ya no quedara casi nada, de aquella muchacha valiente ,así que se resintió…Lloro….No podía mantener un equilibrio emocional, ni una estabilidad, surcaban tantos porqués, a los que no sabía dar respuesta, que sintió el  misil del desencanto, la herida de la decepción que le salió  al paso y dijo hasta aquí…

La llevaron al médico le pusieron un nombre ,una etiqueta a sus padecimientos, a las dolencias del corazón y al sufrimiento y le recetaron lo usual ,a ver si con aquellos fármacos se le pasaba, pero ella intuyó que lo suyo era más profundo y tomaría aquella medicación  que la adormecería. Seria como seguir estando engañada, como el letargo que calmara los sonidos de su interior, la mordaza del silencio, se sintió débil ¿Cuándo podría salir de aquel estado? tirar  la toalla era muy fácil, un jarrón se destroza en cuestión de segundos, volver a reconstruirlo cuesta  y a veces juntar tantos pedazos resulta casi imposible, todo eso surcaba por su mente…

como el letargo que calmara los sonidos de su interior, la mordaza del silencio, se sintió débil ¿Cuándo podría salir de aquel estado?

Un parón en su vida, llegó sin que nadie lo llamara, después de algún tiempo no encontró ninguna solución, ninguna salida ,ninguna restitución de cuanto se había destruido, tampoco los amigos fueron muchos en aquellas circunstancias y se sintió sola en aquel desierto, donde no había agua para su sed, y de tanto caminar se le quebraron los pies , se cansó , se cansó tanto y tanto que ya no sabía donde recostar su hombro y toco fondo en la escuela de la vida , donde se aprende… Donde lo nuevo y lo viejo establecen sus  territorios para sobrevivir en paralelo.

Ella apedreada en sus sentimientos y  con el desánimo, que le calaba hasta en sus huesos, sintió el látigo de las horas improductivas llenas de agobio, y grito fuerte hasta que retumbaron sus oídos, sintió el taladro del vacío….Aquella depresión le apuñalo por la espalda como hacen los enemigos, y traidores…. Esa era parte de su historia, aun andaba desgarrada y dolorida cuando la encontré ,entonces  tan solo pude decirle que a pesar de los pesares ,que a pesar de lo experimentado, de lo vivido ,se agarrara fuerte a la vida .Que creyera que Dios existía y apelara a su poder y misericordia, que El  podría ser su fiel amigo.

Que creyera que Dios existía y apelara a su poder y misericordia, que El  podría ser su fiel amigo. 

Que podía entender los corazones cansados y  oprimidos, le pude dar un abrazo y extenderle mi mano amiga, que aunque imperfecta, podría estar en algunas ocasiones que me necesitara, no sin antes decirle que yo solo podría ser como unas gotitas de lluvia, que podían refrescar su sequedal herido.

Más le ofrecí un versículo de infinitas estrellas, para su noche oscura, le di el mejor regalo que yo tenía para que le surcara la ilusión y jamás se encontrara perdida, para que habitara la luz en el túnel de su desesperanza, Y desear que apareciera un nuevo tiempo donde vivir de otra manera. “YO SOY EL CAMINO LA VERDAD Y LA VIDA”   JESÚS DE NAZARHET.  Marianne  sobrevivió. Hoy ella recorre los caminos con un brillo en la mirada Y  a muchos susurra en el oído….  Y va diciendo:     “El me ama  como a la niña de sus ojos”

Autores de opinión
Facebook