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Cómo recuperar el tiempo perdido

Juana María Malia Pérez | 12 de noviembre de 2013

Por entonces era demasiado joven y sus ideas  no estaban claras, ahora si, entendía que su destino no estaba en poseer aspiraciones políticas. 

Esa era la pregunta que se hacia Miriam. Había emigrado a Alemania en los años sesenta y ahora estaba de vuelta a casa. Barbate era su pueblo natal. En sus ojos había grabado el paisaje, el mar y toda la luz que desprendía nuestra costa. A modo de fotogramas reaparecieron los recuerdos. Era la estación otoñal, mas una leve brisa le acarició la cara. En este primer día después de mucho tiempo volvía a pasear por las calles de Barbate. Todo había cambiado, notó la ausencia de los cines barbateños donde había disfrutado mucho con aquellas películas de antaño. Recordó la ideología de  aquellos vecinos republicanos y aquel libro de poemas “Antología Rota” que había leído del poeta León Felipe. Por entonces era demasiado joven y sus ideas  no estaban claras, ahora si, entendía que su destino no estaba en poseer aspiraciones políticas. Sentía  un imperioso deseo de sentirse libre, estaba harta de protocolos de ataduras, deseaba algo diferente algo nuevo en su vida, ella realmente quería servir y ser útil en lugares de necesidad y no en mesas de prepotencias, ni sentarse en aquellas sillas  silenciosas e inmutables, perdiendo el tiempo en ideas, en falacias, en promesas que jamás cumpliría. Asomaba a su mente palabras de futuro y ella repetía, futuro, futuro…. Que extraña melodía tocaba  su corazón.  Pasaba por la Avenida del Río Barbate, frente al cine Avenida, pudo oír unos cánticos. No fue la curiosidad, sino una fuerza poderosa la que la llevó hasta allí, ni la casualidad, mas bien pensó en la causalidad y en aquel preciso instante pudo oír  la letra de aquella canción…  

El es mi paz

Ha quebrado todas mis cadenas.

El es mi paz, El es mi paz

Echo toda mi ansiedad en El

Pues el cuida de mi

El es mi paz El es mi paz.

Sintió tan fuerte en su interior esas palabras que entró y se sentó. Conforme escuchaba aquellos mensajes que hablaban del amor de Dios por todas las criaturas, sintió que deseaba esa clase de amor. Y recibió en su alma algo tan grande, que de sus ojos brotó lagrimas de emoción y arrepentimiento, como podía recuperar ese pasado sin Dios, como había ella podido vivir tan escéptica, tan agnóstica , tan fuera de aquella presencia hermosa que la hacia vibrar hasta las zonas mas intimas y profundas de su ser…Fue entonces, cuando decidió no perder mas el tiempo, Ese tiempo perdido no volvería pero el presente y el futuro seria al lado de su Creador, de su Hacedor y un nuevo caminar empezaba… Una nueva vida,  un renacer…. Y algo quedo grabado en su mente. Las palabras del gran profeta, Isaías  43:18-19 Nueva Versión Internacional (NVI)

18 «Olviden las cosas de antaño;
ya no vivan en el pasado.
19 ¡Voy a hacer algo nuevo!
Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta?
Estoy abriendo un camino en el desierto,
y ríos en lugares desolados.

Juana Maria Malia Pérez

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